El Expediente H

En 1933 dos filólogos estadounidenses, Milman Parry y Albert Lord, realizaron un viaje a Kosovo. Especializados en las formas de literatura oral se propusieron recopilar las epopeyas medievales transmitidas de generación en generación. De este suceso Ismaíl Kadaré publicó El expediente H. (1981),novela que narra la llegada de dos investigadores irlandeses asentados en Nueva York (Max Roth y Willy Norton) a las montañas del norte de Albania. Tienen como objetivo registrar por medio de un innovador magnetófono (retenedor de memorias) los poemas épicos albaneses recitados por los últimos rapsodas (lahutarë) de la región.

La misión de los folcloristas irlandeses es cotejar las versiones de los relatos épicos albaneses y las semejanzas que hay con los poemas épicos de la Ilíada y la Odisea. A través del registro de las variantes dadas por los últimos hombres homéricos se pretende descifrar el misterio de la existencia de Homero. La reconstrucción oral de la épica albanesa y sus vinculaciones con el enigma H. La novela tiene como tema central los vínculos entre la memoria y el olvido como medios de indagación de la genealogía de los relatos.

El rapsoda constituye la pieza esencial en la maquinaria de la epopeya. Cuya versión oral va modificando a partir de sus olvidos. “El rapsoda es a la vez editor y librero, y también bibliotecario, pero al mismo tiempo es más que todo eso: es a la vez coautor tardío y en calidad de tal posee el derecho de modificar el texto” (Kadaré, 2001: p. 55) .Capitalizar los recuerdos también implica la gestión del olvido de ellos, una reescritura perenne de los principios. En la literatura los testimonios sirven para reconstruir una memoria bajo tratamientos estéticos.

La relación entre estética y memoria, literatura y testimonio, permite abordar aspectos que la historia y los trabajos de la memoria, por compromisos ideológicos u oficiales, no contemplan. Los discursos del arte y la literatura recogen “vocabularios de lo incompleto”, le otorgan al recuerdo “volumen expresivo”, en otras palabras, permiten “recordar por los huecos de la representación, por las fallas del discurso social y sus lapsus; por todo lo que entrecorta la sintaxis ordenadora de las recapitulaciones oficiales con el fuera-de-plano de motivos truncos, de señales difusas y visiones trizadas” (Richard, 2002: p. 191).

Parry returned to Yugoslavia from June 1934 to September 1935 and was assisted principally by Nikola Vujnović (a singer from Stolac) and Albert Lord (a former student at Harvard and future curator of the Milman Parry Collection). During those 15 months, they collected over 12,500 individual texts, mostly in written form, but many of them recorded on double-sided aluminum discs. These sound recordings of poetic performances represent a significant milestone in the collection of oral poetry, since the recording device they used, which consisted of two turntables connected by a toggle switch, allowed Parry and his assistants to record songs without interruption and indefinitely by alternating between turntables.
Source: https://mpc.chs.harvard.edu/milman-parry-collection-1933-35/

Las voces fragmentadas de los rapsodas, ordenadas en un sistema literario, pueden ir más allá de los efectos narrativos de las lógicas oficiales. Presentando una nueva versión de la memoria para resolver el enigma del pasado. Los folcloristas presentan sus indagaciones mediante breves reflexiones de sus posibles hallazgos y conclusiones.

Según parece no se trata únicamente de un mero problema de memoria. Está vinculado con otro elemento básico de la epopeya oral: el mecanismo del olvido. El cual, a su vez, tampoco es simple olvido sino un proceso bastante más complejo. Puede tratarse quizá de un olvido involuntario, pero a la vez también deliberado. Un supuesto olvido que legitima la intervención (Kadaré,2001: p. 55).

El olvido ya no se trata de una capacidad limitada de la memoria humana, sino que forma parte integrante del laboratorio de producción de la misma épica. “En resumen, como en los seres vivos, se trata de una muerte que garantiza la continuidad de la vida” (p. 107). El olvido se reivindica como un proceso no solo terapéutico sino también como un vínculo con el poder. Aquel que controla el pasado es capaz de editarlo, manipularlo. El olvido es la otra cara de la moneda. El olvido también es la dimensión donde habitan los destellos y las elipsis. En la medida que los rapsodas eliminan también añaden, alteran, en pequeñas o grandes claves, la versión de los relatos.

Estas observaciones hace a los folcloristas preguntarse por el índice de merma por unidad de tiempo que cambia en cada registro oral. Cuánta información se añade y se pierde en un periodo de diez semanas, diez años, un siglo, un milenio. Para los investigadores dichas variaciones no son más que “omisiones anteriores, corregidas después por el rapsoda, de igual modo que los olvidos no son más que adiciones transitorias que el rapsoda, por razones probablemente desconocidas para él mismo, decide excluir nuevamente del texto, y así sucesivamente, hasta el infinito” (p. 108).

En 1960 Albert Lord publicó The Singer of Tales. Allí analiza la tradición oral como teoría de la composición literaria y sus aplicaciones a la epopeya homérica y medieval. Tomando como referencia el trabajo previo realizado con Parry, grabando a los poetas balcánicos declamando, expone un conjunto de reflexiones sobre el impacto de la narración oral y su transición a la escritura.

Lord plantea que los relatos orales de los rapsodas son de naturaleza fluida, imágenes que acontecen, como el poema, en el instante del presente, por lo que cualquier registro escrito que tengamos de ellos solo nos puede dejar una interpretación (residual) de ellos. Lord parte de la definición que Parry hizo sobre la fórmula oral: conjunto de palabras usadas bajo unas mismas condiciones métricas, y que sirven para expresar una idea en cuestión. El rapsoda aprende a contar la epopeya no solo por un acto de repetición, también asimila estás epopeyas como si se tratara de un lenguaje vivo, establece un vínculo congénito con el relato; vida y memoria habitan dentro del relato. Con esto se podría explicar la capacidad que tenían dichos rapsodas, que recorrían grandes distancias de un sitio a otro, tuvieran la capacidad de memorizar e interpretar cuentos tan extensos; y sin embargo el rapsoda no cuenta la historia dos veces con las mismas palabras. Es el índice de merma que varía cada relato contado una y otra vez en el paso del tiempo. Lord entonces nos dice:

«…every performance is a separate song.»

[…cada interpretación es una canción aislada]

«What is important is not the oral perfor­mance but rather the composition during oral performance.»

[Lo que importa no es la interpretación oral, sino más bien la composición durante la interpretación oral]

«One of the reasons also why different singings of the same song by the same man vary most in their endings is that the end of a song is sung less often by the singer.»

[Una de las razones por las que diferentes interpretaciones de una misma canción cantadas por un mismo hombre varían, mayormente en sus finales, es porque el final de la canción es interpretado con menos frecuencia]

«… About three stages of learning for the singer: (A) period of listening and absorbing; (B) period of application; (C) period of singing before a critical audience.»

[Acerca de los estados de aprendizaje del poeta oral: (A) periodo de escucha y absorción; (B) periodo de prueba; (C) periodo de interpretar ante un público]

«The fact of narrative song is around him [= the singer] from birth; the technique of it is the possession of his elders, and he falls heir to it. Yet in a real sense he does recapitulate the experiences of the generations before him stretching back to the distant past. From meter and music he absorbs in his earliest years the rhythms of epic, even as he absorbs the rhythms of speech itself and in a larger sense of the life about him. He learns empirically the length of phrase, the partial cadences, the full stops.»

[Es un hecho que la canción narrativa lo rodea [= al rapsoda] desde su nacimiento; la técnica del canto es posesión de sus mayores, y él la hereda. Sin embargo, en un sentido real, él rememora las experiencias de las generaciones anteriores a él, que se remontan a un pasado lejano. A partir de la métrica y la música, absorbe en sus primeros años los ritmos épicos, al igual que absorbe los ritmos del habla misma y, en un sentido más amplio, de la vida que lo rodea. Aprende empíricamente la longitud de la frase, las cadencias parciales y las pausas completas]

«…we cannot correctly speak of a ‘variant,’ since there is no ‘original’ to be varied!»

[…no podemos hablar correctamente de una ‘variante’, ya que no hay un ‘original’ que pueda variarse]

«Usually the rhythms and melodies that the youth learns at this period of initial specific application will stay with him the rest of his life.»

[Generalmente los ritmos y melodías que el joven aprende en este período de aplicación específica inicial permanecerán con él por el resto de su vida]

«And the picture that emerges is not really one of conflict between preserver of tradition and creative artist; it is rather one of the preservation of tradition by the constant re-creation of it.»

[La imagen que nace (del poema) no es un conflicto entre la preservación de la tradición y el artista creativo; es preferible preservar la tradición mediante la constante re-creación de la imagen]

¿Qué vínculos hay entre la novela y el ensayo? ¿Cómo recrean el interés por las memorias y los olvidos?  La memoria es una facultad para resistir, preservarse. En la novela hay implícito no solo una demanda social del pasado, sino también el deber de memoria, un deber de los descendientes, la urgencia de reconstruir, “recordar el pasado como un presente, volver a él para reencontrar en las banalidades de la mediocridad la forma horrible de lo innombrable” (Augé, 1998, p.102).

La historia nace y se destruye en la oralidad.

La obra literaria es un mecanismo del recuerdo.

El texto nos recuerda que el pasado es un terreno de disputas.

Kadaré plantea los vínculos inseparables entre la capacidad de producir una forma de memoria en función de aquello que se olvida. Los rapsodas albaneses son capaces de ir más allá de las verdades oficiales impuestas por fuerzas estatales, conformando una forma de memoria autónoma en donde los cantos son la respuesta al enigma de Homero, al problema de la memoria como vínculo común entre los seres humanos que buscan dar con una mejor comprensión del presente desde el pasado. La memoria y el olvido son necesarios para nuestra asimilación del paso del tiempo. Es precisamente mediante ambos actos que el recuerdo se convierte en un hecho consumado y, sin embargo, un acto imperfecto y necesario.

«Multiformity is essentially conservative.»

[La multiformidad es esencialmente conservadora]

«The habit is hidden, but felt.»

[El hábito está oculto, pero se siente]

Alexander JM Urrieta Solano

Referencias:

Augé, M. (1998). Las formas de olvido. Gedisa

Kadaré, I. (2001). El expediente H. Alianza Editorial.

Richard, N. (2002). La crítica de la memoria. Cuadernos de Literatura, 187-193.

Páginas de consulta:

A personal checklist of memorable wordings in Albert B. Lord’s The Singer of Tales

(Agradezco en particular al autor de este enlace, Gregory Nagy, del cual tomé los extractos del libro de Lord. Su selección me ha parecido grata y pertinente para complementar la lectura de la novela de Kadaré. Ignoro si existe alguna edición en español de Singer of Tales. Por otra parte, me disculpo quizá por las traducciones hechas por el administrador de esta página, las cuales pueden ser defectuosas)

The Milman Parry Collection, 1933–35

Publicado por

@LiberLudens

También los animales son ciudades.

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