Coda

Hola M. 

Anoche Israel se mató. 

Fui a la universidad a verme con ese grupo cuyo único vínculo era Gustavo, o eso creía hasta cierto punto. Sentí un taladro en el cerebro al saber los detalles de todo. La violencia de los hechos.

Las malas noticias marean.

Fue una relación extraña. No pude evitar pensar, y se lo comenté a los que estaban ahí, que era una pena vernos así de rotos, o sentir que yo solo estaba allí para eso, porque afectos como tal no hay tan claros, no lo sentí así, digo, la amistad se construye de muchas cosas: para mi es una institución sagrada, composición ciclópea, y entre extraños y conocidos queridos caí en cuenta de esa enseñanza mezclada con fatalidad. 

Dije entonces: «ya van dos», él y Gustavo, no dije «ya son», sino «van dos», como asumiendo, de una manera inevitable y aterradora, que vendrían más. Eso en el fondo me dolió mucho. Le di un valor ambiguo a la esperanza. Y me vino al recuerdo un disco que Israel me recomendó hace años: «Hasta que te sangren los oídos». Ese grato recuerdo que pensaba haber olvidado me hizo sentir peor. El pésame. Los abrazos. Garganta rasposa. Ojos hinchados. Olor a curda barata en los labios. Esas ganas de fumar para olvidar. La sobriedad es muy aburrida. El abandono en remodelación de la universidad donde me encontraba, frente al mural de Mateo Manaure en las afueras de la Biblioteca, me hizo sentir doblemente peor. 

También la universidad para mi estaba muerta. El saber en ruinas es solo frivolidad. En ese punto aceptaba que era un cínico. La tristeza quedó reducida a una imagen. A papelillos de Carnaval. Lo demás es basura.

Al final poco se sabe del pesar interior de las personas, ignoramos lo que acontece en el corazón del otro. No sabemos nada del dolor ajeno. No tenemos en verdad idea de casi nada. Morir es el pase que nos espera a todos por igual al final de la noche. Después, para nuestra calma, no hay nada. Otra cosa nefasta es asumir que uno es el único que sufre. O que no hay dolores más grandes que el que padece uno. Eso, viéndolo así, es egoísta, un síntoma discreto pero volátil de la depresión, y cuando no se ubica en ese nombre, puede tratarse de una empresa autodestructiva. Ya no sé qué pensar. No importa. Para este caso me da como lo mismo. Hoy solo quiero dejar un registro de mi dolor.

No podemos evitar ver las cosas de manera retrospectiva, reducir el tema a nuestros limitados asuntos, logramos expresar algo apenas sugerente, se trabaja con muy pocos recursos, las palabras quedan para una tarea masoquista; solo así podemos escribir, tomando el dolor como un asunto familiar, creyendo que lo conocemos pero todo se trata de algo inédito. Una mentira que aplaca de a ratos la gravedad de esta realidad: una pesadilla.

Una persona en que la invisible agonía de Ello alcanza cierto nivel insufrible se mata del mismo modo que una persona atrapada salta en algún momento para escapar de las llamas. Que no haya dudas sobre la gente que salta al vacío. Su terror a lanzarse desde una gran altura es tan grande como el de otra persona que se asoma a esa ventana para ver el paisaje; es decir, el miedo a caer es una constante. La variable aquí es el otro terror, las llamas del incendio: cuando las llamas se acercan lo suficiente, arrojarse al vacío se convierte en un terror ligeramente inferior al otro. No se trata de ningún deseo de dejarse caer; es el terror a las llamas. Y, sin embargo, nadie en la acera que mira y grita que no se tire, que aguante, puede entender el salto. Realmente no. Se tiene que haber estado personalmente atrapado por las llamas para comprender realmente ese terror muy superior al de la caída…(Infinite Jest, pág. 786).

Parece que nada es casualidad. El azar tiene algo de trágico en las palabras al momento de comentar los hechos. Y nos preguntamos sobre pistas o indicios que nunca estuvieron, o que acaso fueron rastros demasiado evidentes y lo que pasaba era que cualquier situación era inminente como para hacer algo. 

En el fondo siempre estuvo la estima. Es curioso que sean en estos momentos de dificultad que nos demos cuenta de la importancia que tenía una persona en nosotros, y enterarse al mismo tiempo que fuimos por igual importante para ella. Al escribir sobre él experimenté el momento de la sensación verdadera, hice las paces con el porvenir, con el espacio, con mi propia versión personal del futuro, mi método básico de aferrarme a la vida; se recupera la fe en los otros de maneras muy extrañas, (uno en pequeños gestos puede ser mejor amigo de lo que es, y ni siquiera se da cuenta). Quedan los fragmentos, los recuerdos, y así como Gustavo, dejé esto como la forma más personal de conservar a una persona que sin saberlo me salvó la vida. Quiero tenerlo presente en su caos, pero también en su sentido radical de justicia, en su rara anarquía. En mí queda la imagen que nos une en nuestra historia común: el perdón. Digamos que la despedida es una maniobra de sanar. Y como nadie sabe lo de nadie, es válido que en las palabras quede constancia la tregua invisible: una pequeña grieta en el amor: de la destrucción.

Mi extrañeza estaba en olvidar que todos en el fondo tenemos un tormento que carcome lentamente, y cuando alguien se mata es un suceso clave para retomar un tema como la salida, el game over voluntario, en fin…la fragilidad de la vida.

Pensé que era algo que tenías que saber. 

Cuídate.

Caracas, 5 de marzo de 2022

Compilado Dis Latinoamericano:

1. Piel y Huesos – Kaos Total 00:00

2. DHK – Incendia La Ciudad 01:38

3. Antimaster – Fuente De Poder 03:24

4. Holocausto – Nuestra Tierra 05:17

5. Doomsday – Raw Or War 07:20

6. Juventud Podrida – Viviendo En Depresion 08:36

7. Besthoven – Victims Of Another Bombraid 11:17

8. Outlaw Bastards – Cerdo Servil 13:00

9. Hatross – Wxbxbxdx 15:19

10. Disvastación – Horrors Of War 16:36

11. Las Tripas – Hartos 18:55

12. Barrakas – Caminando Sobre Ruinas 20:51

13. Restos Humanos – Kaos 22:16

14. Los Rezios – Traga Mierda 23:56

15. Under Threat – Endangered World 26:10

16. Eutanasia – Muerte Al Sistema 28:19

17. Reciklaje – Carcel 30:33

18. Dischaos – Tragedia Mundial 32:36

19. Ruina Total – Bombas Al Altar 34:20

20. Endless War – Produce Hasta Agotar 35:42

21. Fusiladxs por la Democrassia – Libre Elección 38:20

22. Total Distopia – Hambre, Miseria, Terror Y Caos 41:10

Publicado por

@LiberLudens

También los animales son ciudades.

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